La lubina era conocida en época romana como lobo o debido a la rapidez y voracidad con que ataca a sus víctimas para la alimentación.
Sin lugar a dudas, nos encontramos ante un depredador en toda regla. Con un simple vistazo a su aspecto, descubrimos sus poderosas armas de caza como la amplitud de su boca o el despliegue de sus cortantes branquias.
Su alimentación favorita son pequeños crustáceos y quisquillas, porque solo agrede a presas respecto a las cuales está convencido de su superioridad. Gracias a esta alimentación, su carne proporciona en el paladar un sabor único, refinado y sutil.
Las lubinas de Aquanaria disfrutan de una alimentación sana y equilibrada. Crecen a una distancia de 2 millas de la costar sur de Gran Canaria, en un ecosistema certificado como un entorno libre de parásitos anisakis.
Nuestro proceso de pesca intenta generar el menor estrés posible al animal para cuidar la calidad del producto y potenciar su frescura y degustación final, por eso son perfectas para cualquier tipo de preparación.
Pescadas bajo demanda y con capacidad para servirlas en todo el mundo, las lubinas de Aquanaria están ya en las mejores mesas.
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